Torrelavega fue uno de los primeros lugares receptivos a la nueva filosofía y visión de la vida. Comenzaron clases intensas, después de celebrar un curso en un pequeño salón. Comenzaron a colaborar desinteresamente varios de los primeros alumnos de Harold Sequeira para acondicionar dicho local, pues en un principio no reunía las condiciones adecuadas para la práctica del Yoga. Allí estaba uno de los pioneros EPI, uno de los pilares fundamentales del futuro Instituto de Yoga Clásico.

EPI preparo el primer curso intensivo que se iba ha celebrar en España. La ciudad elegida fue Vitoria y registró gran asistencia de personas interesadas en el mismo. Allí surgirían dos nuevos pilares del Instituto actual, ALFREDO y JOSE. Además de magníficos alumnos como los hermanos Fernando y Juan Luis. EPI se dedico a recorrer todo el país acompañando de Harold. Ayuntamientos, cajas de ahorro, gimnasios, centros de Yoga, hospitales, casas de cultura, psiquiátricos, cárceles y algunos hogares españoles que les abrieron sus puertas fueron los sitios recorridos no con poco esfuerzo y sudor.

Más tarde, llegarían algunos de los profesores actuales (JAVI, SANTI, MARI JOSE, JOSE MARI, BENITO, MARIA JESUS, CEFE, PEÑA) Todos ellos a través de la labor realizada por estos intrépidos pioneros.

También llegarían alumnos muy intensos que, a pesar de que no continúan en contacto con nosotros, siguen su vida interna de Yoga.

Actualmente estamos recogiendo los frutos de una labor realizada por estos pioneros que tuvieron que abrir caminos que entonces estaban cerrados por el desconocimiento y la incomprensión a nuevas formas de ver y vivir la vida. Tratamos de llegar a todos aquellos que desean conocer Yoga; es una tarea difícil pero más agradable gracias a la labor de los 70 que abrieron los caminos por donde ahora vamos.

Para nosotros son un ejemplo de determinación, entusiasmo y fuerza de voluntad que nunca debemos olvidar.